Cada vez estamos teniendo comentarios más agresivos en las redes sociales.
Cada vez que usamos las redes sociales o leemos los periódicos online, encontramos una gran cantidad de comentarios que son tan agresivos como desmedidos. ¿Es esto un modo de desahogo moderno o una forma de decir que no estamos conformes con algo desde la impunidad que nos dan las redes sociales?
Cuando observamos esta situación los comentarios tienen un degrade de todo tipo. Los enojados con la situación o tema en el que están comentando pero que siguen utilizando la compostura, aunque están en desacuerdo. Están aquellos seres humanos que hablan desde un lugar de bronca, dolor y frustración. Después están los violentos, que agreden desde un punto irracional que va más allá de un es un reclamo. Estos comentarios en oportunidades tienen como fin un deshago o descarga emocional.
La inteligencia emocional es la clave que puede ayudarnos en estas situaciones. A continuación, compartimos algunas reflexiones para pensar cómo podemos manejar nuestras emociones y gestionar la frustración. A veces la frustración se da porque nosotros tenemos algo sin resolver, alguna necesidad insatisfecha que nos genera alteración en nuestro comportamiento habitual.
Trabajar con inteligencia sobre nuestras emociones, implica como primer paso reconocernos. Entender cuando llega esa emoción:
¿qué me pasa en mi cuerpo y mi mente?
¿qué sucedió que despertó en mi esa emoción?
¿qué hago con ella?
¿De qué forma puedo trabajar para expresarla de una manera adecuada?
Las emociones como hemos leído a lo largo de estos últimos años, son expresiones necesarias para canalizar aquello que estamos viviendo. Lo que debemos trabajar es como las expresamos:
- Buscar un orden de ideas antes de hablar.
- Identificar las palabras elegidas acordes a la situación y receptor del mensaje.
- Manejar la respiración para que nos ayude a estar concentrados y no perder el objetivo de lo que deseamos comunicar.
- Estar atentos al contexto en el cual hablamos y en la empatía con el otro.
Aplicando estás ideas podremos manejar mejor la expresión de nuestras emociones y trabajar para evitar la frustración ante las situaciones que vivimos.
También podemos trabajar con la frustración cuando no alcanzamos un objetivo que deseamos y para ello, hacemos hincapié en la planificación de tu día, tu semana, etc. Si planificas de forma flexible que puedas hacer cambios ante cualquier imprevisto, nada podrá cambiar tu día. Si te gusta planificar tus días, te recomendamos que leas tu plan la noche anterior, de esta forma te vas mentalizando con lo que tienes que hacer.
En tu día a día, no te olvides de agregar tu tiempo de descanso/ ocio, que pueden ser quince minutos por día. No te olvides de agregar tu ejercitación diaria, si vas al gimnasio, agrega en tu diario el tiempo que te lleva desde que salís de casa y llegas al mismo. Esto mejora nuestro estado de ánimo y nos ayuda a tener una mayor capacidad para regular nuestras emociones y las respuestas que damos.
Es decir, no podemos controlar el trafico que hay en la calle, tampoco podemos controlar si llueve o si el político de turno está aumentando los impuestos. Ninguna de estas situaciones las podrás cambiar, si llueve necesitaras llevar un paragüa, si hay mucho tráfico tal vez tengas que cambiar de ruta y si el político aumenta los impuestos tal vez para la próxima habrá que cambiar el voto a otro candidato. Pero no podemos dejar que estas situaciones externas nos saquen de eje y estemos gritando o insultando a otros por ello. Porque a la larga el gran perjudicado es uno mismo, está gastando tiempo y energía en algo que no podrá mejorar y lo hará estar frustrado por días. Es importante reconocer que esta situación es externa a nosotros.
“Cuando no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.” Victor Frankl
Volviendo a todo lo que podemos hacer para continuar nuestros días enfocados en todo lo que debemos hacer. Calendarizar treinta minutos de meditación, un tiempo para el estreching, salir a correr o pasear a la mascota de la casa son tiempos de ejercitación y salud mental. Es importante cuidarnos en cuerpo, mente y espíritu. Busca reducir lo que te hace mal, si cada vez que ves ese programa de televisión que te enfurece, tenés dos opciones o dejar de enojarte y lo tomas como el punto de vista de otro, que aunque no nos guste lo respetamos, o lo dejamos de ver.
Hay que cuidar nuestro interior y habilitar lo que llega del exterior solo si lo queremos. A veces podemos transformarlo con nuestra inteligencia emocional, esto lleva mucho tiempo de trabajo interior.
¿Qué harías para reducir tus niveles de frustración?
¿Qué nuevo hábito o rutina vas a incorporar?
Rosa y Mercedes
Referencias bibliográficas:
Frankl, V. (2012). El hombre en busca del sentido. Editorial Paidos. Argentina